¿Qué es el Diseño Urbano?
Concebimos el Diseño Urbano como estructurador esencial en la intervención de nuestras ciudades. Considerando como premisas básicas que el diseño urbano le compete a varias disciplinas y que no solo compete al espacio urbano, sino al territorio.
El Diseño Urbano debe entregar el marco conceptual y proyectual de cómo hacer ciudades integrales, con miras a alcanzar no sólo la sostenibilidad, sino también la eficiencia inversora y técnica, la armonía estética y la materialización de la justicia democrática participativa. Esto debe ser debatido desde un enfoque académico y también desde la práctica profesional.
La academia tiene la obligación de analizar críticamente la realidad con miras a proponer alternativas de desarrollo viables, y no solo meras utopías. Creemos que el papel que el Diseño Urbano cumple, como articulador entre la arquitectura y el urbanismo, es fundamental a la hora de pensar en el espacio para la sociedad del presente y, especialmente, del futuro. Surge la inquietud de cómo reconectar la visión general, abstracta y muchas veces fragmentada de la planificación y la gestión urbana con el diseño y construcción integral de la ciudad. En particular, surge cada vez la inquietud de cómo el conocimiento generado en las investigaciones y las posturas teórico-prácticas sobre el diseño urbano logran entrar en dos espacios fundamentales para el mejoramiento de nuestras ciudades – el aula académica y la oficina profesional institucional – de manera de tener influencia en las decisiones actuales y futuras para así recuperar la posición de esta disciplina en el debate nacional.
Los conflictos de los territorios contemporáneos
La “vocación urbana” es un factor fundamental para definir el grado de desarrollo de las naciones a nivel global, y que en nuestro contexto latinoamericano, producto del crecimiento sostenido del que hemos sido testigos durante lo que va del siglo XXI, las ciudades concentran a un ochenta por ciento de la población. Las decisiones tomadas en la ciudad, afectan el resto del territorio, por lo tanto, su importancia es vital para el futuro del mismo.
Todo esto ha traído como efecto una gran metamorfosis del tejido físico y social en los centros poblados, modificaciones drásticas de su paisaje urbano y cultural, así como una alteración en el modo de usar los espacios públicos. Estos fenómenos están asociados con problemas tales como segregación social, ineficiencia en los sistemas de movilidad, conflictos de accesibilidad, mala calidad de infraestructura en áreas residenciales y pérdida de circuitos urbanos interconectados, entre otros.
Por otra parte, los problemas medio ambientales que enfrentan nuestras ciudades se han agudizado en los últimos años. Un desarrollo urbano poco atento al medio ambiente y a la gestión de las aguas, la contaminación atmosférica e hídrica debido a la generación de energía, la relación conflictiva con las actividades productivas, como la minería y los puertos, y finalmente la acumulación de los residuos urbanos, son algunos desafíos que se plantean para ser considerados y abordados desde la disciplina del Diseño Urbano.
El Diseño Urbano y el buen vivir
El desafío presente es cómo hacer uso de los actuales procesos de transformación para lograr entornos urbanos más sostenibles, valorando del rediseño del espacio como vía posible para generar condiciones de mayor calidad de vida. Se necesita reinterpretar la forma y el espacio público con criterios físico-estético-funcionales, de manera de satisfacer las necesidades implícitas de quienes lo usan y habitan, así como conectar adecuadamente la ciudad e integrar el paisaje natural con el construido.
El lugar tiene un rol fundamental en las ciudades contemporáneas. Los lugares se pueden volver fuente que dota de sentido a la vida urbana -transformándose en lugares icónicos para la comunidad-, observándose una fuerte vinculación entre los lugares icónicos y la identidad de la ciudad, sea éste un aspecto positivo, re-afirmante de la vida o negativo, fuente de conflictos. El lugar debe ser entendido como un estado incesante de conversión, y al ser distinguido por su significado subjetivo, examinar la manera en la cual es construido y diferenciado es de vital importancia.
Por otro lado la valorización del sistema urbano coherente surge con gran fuerza como el medio para concretar iniciativas sostenibles, que permitan la permanencia de nuestras ciudades en el tiempo y el espacio, así como un desarrollo coherente con el carácter de la sociedad que las habita. Esto es, ciudades sostenibles y eficientes como sistema territorial en una escala mayor y, a escala del peatón, habitables, inclusivas y por qué no decir bellas, a través de la armonía estética y la materialización de la justicia democrática participativa.
Se necesitan, entonces, nuevas estrategias urbanas para además de construir nuevos espacios para la ciudad pensar su mantención en el tiempo, y así hacerlos sustentables económica y ambientalmente. El Diseño Urbano nos puede entregar soluciones innovadoras y audaces para lograr recuperar nuestros espacios públicos y construir hacer mejores ciudades.